miércoles, 12 de octubre de 2011


Tengo en la indiferencia un cuento de oscuros pensamientos sometidos a la dulzura de los puentes de Paris. Se que he nacido aquí y se que morir, moriré también aquí. La muerte es el regalo de la vida, naturalmente, la muerte nos enseña a apreciarla.La vida se hace mucho más interesante si existe un final en ella, un final con demasiadas preguntas,preguntas sin respuesta.Una sorpresa más, pero común a todos los seres que habitan en ella. Solo hay una forma de saber si realmente existe algo detrás, morir. Evitamos está palabra por miedo. Miedo a no volver a ver jamas la vida. Una vida con un objetivo fundamental ,dejar un buen recuerdo...

1 comentario:

  1. es un poco "triste" irnos, y seguir sin saber el porque de muchas cosas..
    de todos modos buen texto ;)

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